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Amo las mañanas, muy temprano y sin una piel que abrazar más que la mía. Quería tenerte acá conmigo, pero antes tenía que soñarte, antes que eso aún, tenía que imaginarte, y más antes, desearte,  para querer elegir a alguien como vos en mi vida. Así que antes que eso tengo que abrazarme yo muy fuerte. Así es como me gusta despertar tan temprano en la mañana. analía lema

En este viaje estoy descubriendo que no necesito más que poder mirar el horizonte de mar o de río, de luz o de estrellas. Puedo encontrarme donde no existe límite en esta inmensidad, la vida.

- No me preguntes por qué, pero veo un mundo de posibilidades. Y no voy a contentar a todo el mundo... -Pará, ¿quién sería todo el mundo? -Claro, de toda la gente que me conoce o tiene una relación cercana conmigo (ahí vamos) va a celebrar mis logros ni va a preocuparse de lo que no logré y capaz, esperaban otra cosa de mí. ¿Y qué hay de nuevo hoy? entenderme que estoy aprendiendo, y mucho más de mí aprendo. Y pienso, ¿cómo es que ahora vivo mi vida como aprendizaje?  -¿Ejemplos?  -Hay cosas que no resultan como esperaba y cuando antes maldecía, ahora solo reflexiono, repaso desde una punta del ovillo a la otra y voy entendiendo que eso que esperaba no era la única posibilidad, que hay otras, y eso es lo que pasó. Y sigo pensando...¿por qué veo muchas posibilidades hoy, cuando en la misma situación, el año pasado y los anteriores, hablaría seguramente,  de  una mala racha? Pará, ¿qué sería "mala" "racha"? La segunda palabra es la que menos puedo explicar, se

...puede pasar que todos los contactos y grupos de Whatsapp silenciados por un año, salgan de la "mudez" el mismo día y de pronto ¡el teléfono suene sin parar! El contacto fulano -  silenciado por año-; el grupo de patín -silenciado por un año-, o el grupo cumple de  (no sé quién) y chicas de (no sé cuánto), recuperen su voz... y ese día puede estar llegando, silenciosamente, y me sorprenderá.

Puedo ser otras cosas más. Si me hubieras pedido que sea menos dulce, si me hubieras dicho que escribía mucho sobre el amor... si me hubieras pedido que frene, porque no se puede estar permanentemente haciendo el amor. Puedo ser y hacer otras cosas más. Pero me encontré en la pregunta sobre qué quería verdaderamente. Y el tiempo ya es escaso para complacer a otros, y este tiempo me lo debo tomar. Tengo algo urgente que hacer, un poco tiene que ver con la dulzura; otro también con lo que escribo, y con el amor. Elijo cambiar un abrazo tuyo por los cien que surgieron después de mi llanto. ¡Y cien no es una exageración! había mucha gente mirándome, y no lo sabía. Todavía puedo ser otras cosas más... Hagamos de cuenta que me voy de viaje; me voy un tiempo a un lugar donde aprender a quererme más. A un lugar donde pueda volver a escribir mi historia. Y solo Dios sabe si cuando vuelva todavía vas a estar.

Me prefiero cuando río porque sí.  Pero puedo pensar de qué me río, o qué cosas me producen risa... Hay series de tv que me hacen reír, como The big bang theory ;  también alguna caída mía en la calle o la de otro (me resulta una carcajada irrefrenable). Necesito reír más. Reírme de mí y de lo que me pasa. ¿Quién se opondría a esta risa?  Hace poco hice la prueba de reír porque sí y Joaco se asustó al principio (es que no le advertí cuando veníamos en el auto que yo quería reirme a propósito) y luego me miró detenidamente hasta que no pudo aguantar de empezar a reírse él también. Supongo que se reía por lo descolgado del momento, o capaz se reía de mí y de mi risa exagerada. El caso es que nos divertimos. Quiero reír más, pero menos a propósito; tal vez, si miro un poco a mi alrededor haya algo o alguien que me provoque reír espontáneamente. Será cuestión de estar más conectada... pero principalmente lo resumo en estar conectada con la alegría-porque sí.

¿Hay algún lugar en el que quisieras estar ahora conmigo? ¿Habías pensado algo así últimamente? Me estoy tomando ahora unos minutos para ocuparme verdaderamente de esto. Y no necesito cerrar los ojos, ni tampoco necesito verte… Es recordar el color de tu piel cuando empieza a tocar el agua… Esta agua se siente helada en el pecho y se vuelve un abrazo al instante,  por tocarte. El sonido en este lugar es el de un manantial, y no necesitas decirme nada. Puedo estar así en silencio, horas, días… ¿Estás imaginando un lugar así? Un lugar en el que solo nos quede mirarnos, en donde el azul es agua, ojos y cielo.

Solo escribirte, porque pensarte no hace ninguna diferencia. De esperar... porque sería interminable. De buscar... porque cada día tengo mejor instinto. De jugar... porque arriesgo sin temor. De todo eso quiero salvarme... Salvarme escribiendo, para no olvidarte, para saber que estás ya aquí, para encontrarte sonriente, para disfrutarte sin límites hasta el fin. Salvarme así...

El otoño también pasará y me dice que ya estamos hace tanto tiempo juntos. Que los gritos de los niños en un recreo nos hace sonreir para imaginar que serán más grandes, como nosotros, que sueñan y aman. Este sol delgado quiere tanto a tu piel, que está aquí para abrazarme. Tu abrazo es el que más me gusta, por lo fuerte y por lo suave ¿Qué estoy diciendo? Es porque aquí estoy  yo para abrazarte.

Hay momentos para hablar Momentos para escribir. Hay momentos para escuchar Momentos para esperar. Mi momento es  no hablar ahora Para no herirme con descuidos de mi boca. Tu momento estará terminando su instante, el que le toca al mío algunas veces. Esos ratos en los que nuestros momentos no son capaces de juntarse.

En tu caso, es tu sonrisa lo que me atrae. Tuve casos en los que los ojos me impactaban. O casos, en los que la manera de decir era más importante que lo que me decían. Hablo de "casos" y puedo dar detalles precisos de cada uno de ellos. Pero hoy estoy inmersa en el tuyo, que me tiene casi sin dormir, como cualquier caso relacionado a  temas de amor.

veamos cómo y no pregunto cuándo.

Hoy fue ese día que te extrañé, desde estos últimos meses en que te vengo extrañando cuando no pienso. Y sé dónde ir a buscar para encontrar algunas de esas partes que me dejaste de vos.

Los ojos, ante cualquier cosa que quiera recordar de él. Y su mirada.

Hay una manera ideal de ir tomados de la mano por la calle, y es ir tranquilos. Yendo a las corridas, me desarma el momento alegre.

Me queda una semana de estos increíbles 40 años y todavía estoy esperando que ocurra la crisis de edad. A los 40 volví a estudiar, algo que no imaginé para estos años; conocí mucha más gente que cuando iba a bailar en el secundario y siento que estoy aprendiendo "mejor" que cuando iba a la universidad... Hay algún mito con la edad redonda o con el salto de década y no es errado pensar que se distingue un cambio notorio. Pero no tiene que ver con ese "cero" que suma en los años; tiene más que ver con lo que se piensa que debería o no pasar a esta edad. Elijo quedarme con lo que pasa por mi cabeza: la responsabilidad por estar bien. El cumplir con mis objetivos y no tanto con los de otros;el buscar solo imágenes que creo para que inunden mis pensamientos. Incertidumbres y preocupaciones siempre se tienen, en este caso, solo existen para revisarlas al igual que cualquier otra tarea de rutina (a mi me funciona ocuparme primero de estos asuntos más "inc

Me seduce mucho poder admirar lo que hace el hombre que me gusta. Ahí empieza mi "amor a primera vista". No está en los ojos (que me siguen resultando impactantes), no está en su físico... Sí bastante, en la manera de hablar... Claro, cosas que son relevantes en mí. Porque me parece importante ser su fanática  "número uno". De eso se trata la seducción. 

Acepto estos días y estoy atenta de reconstruir  lo que no vi y me pertenece,  y en la alegría me escondo. No hay llantos y no extraño porque mi diverso mundo imaginario permitió que construya un puente: de este lado yo y en el otro estás vos. Cuando cierro los ojos es como si nos habláramos, y escucho lo que necesitas, y tengo lo necesario para dártelo. El puente es ya indestructible, existe desde que nos vimos, y permanece más allá de tus motivos,  y más acá de lo que creo posible. No hay día que no me suba a este puente y piense que ya será hora de cruzar, porque no se trata de una distancia: en aquel extremo está mi sueño final.