LOS TRES A FINAL (tercera parte)
PARTE 3 Mientras caliento café para Hernán, que yace tranquilo en el sillón, Martín tiene intacto su vaso con agua en la mesa, Darío mira fijo por la ventana como si maldijera cada gota que se estampa en el vidrio, las mismas que empaparon su original chaqueta Londinense. Binky de mi lado, aguarda mis movimientos. ─ Bueno Ani, hablemos, decinos qué pasa ─ rompe el silencio Hernán. Siempre admiré su practicidad, su manera de encarar los “problemas complejos” cuando me cuenta de su trabajo. Tiene poder de resolución y estima mucho su tiempo. Yo lo miro como si lo saludara especialmente solo a él. Tengo debilidad por Hernán, es el más antiguo y es quien estuvo en mis distintas versiones hasta llegar a la que soy hoy. Soportó mi confusión cuando quise y no quise una relación formal; me esperó cuando yo cancelaba el proceso y volvía como si no hubiera pasado nada. Sé también que me quitó de su agenda varias veces aunque en este momento estábamos dándonos una tercera chance. Casi