La fórmula para amar
Hay relaciones que empiezan por casualidad, algunas por desencuentros, o por error; algunas por decisión o por eventos desafortunados.
Algunas relaciones entre dos personas ganan una competencia contra el tiempo y le quitan a él toda autoridad sobre la verdad.
Pero lo que necesita toda relación, y más que sostenerse por amor, es empezar por amar primero quien soy; amarme tanto que sea inevitable que el otro lo vuelva tan simple.
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