Mi vida sin Pol-ka

Son 85 días los que hace que ya no trabajo en la empresa y el corte fue abrupto en mí, aunque los límites se desdibujan y en el día a día algo confuso, como una pesadilla, me recuerda que tengo que volver: no son más que "ecos" de un hábito, el de ir a trabajar allí, que todavía permanecen. 
No,  no voy a volver, seguí soñando Ani.
Mi vida sin mi lugar de trabajo es la de expandir un horizonte en la ruta o el mar. No tener fecha de regreso en las vacaciones es tan tentador como mortal a la vez. 
Estuve conociendo mucha gente y viendo mucha gente que pertenece a mi vida. En los dos casos el "tema polka" es la anécdota que cargaré en la agenda por muchos años: todavía la gente me pregunta por tal o cual actor y yo contesto. En un segundo, se ordena mi mente, y puedo entender que ese trabajo marcó mi vida y quedará como un tatuaje. ¡Pero sí! puedo opinar libremente de Cabré o de Arana porque estoy habilitada con una "licencia" que no tiene fecha de caducidad (sépanlo mis compañeros antiguos que se quieran ir, hay una  marca que no va a cicatrizar y está bien; además, "el top five" de preguntas* al empleado de pol-ka seguirá vigente).
Mi vida sin mi escritorio y mis libros de Pol-ka están siendo más sorprendentes de los que pensaba: leo otras cosas y escribo ahora con otra cabeza; porque entiendo que no puedo dar algo mejor si sigo haciendo lo mismo una y otra vez. 
A veces se pone a prueba tu voluntad y uno tiene que volver a dar. Hasta el último día hice mi trabajo con ganas (terminé unos desgloses a las 22 horas de ese último viernes y me sentí contenta. "Suar" no me estaba controlando pero sacar lo máximo renueva mi voluntad y mis ganas de superarme). 
Imaginen que toda esa voluntad ahora solo la vuelco en mí y en mis seres queridos; en mis mañanas; en un paisaje cuando manejo o en el sonido de la bocina de un barco que zarpa. 
Estoy promediando unos días llenos de novedades y son inevitables los "balances". 
El dinero, la rutina, el trabajo, se resignificaron y tomaron otro impulso. 
Tomar clases de cocina, cursar "on line" un seminario de guión transmedia o aprender un idioma están en la agenda de ahora mismo pero queda tiempo de sobra. Y si tomara un trabajo con horario fijo, mi cabeza es otra y todo lo que estoy viviendo va a querer seguir como hasta ahora.
Mi vida sin Pol-ka entonces, era necesaria cuando tuvo que ser: Ahora.


*(nota al pie): Si alguien se anima a citar las cinco preguntas que le hacen al empleado de 

Pol-ka según su experiencia, por favor, escríbalas. 

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